La del primero porque tuvo que renunciar al trono (en el que solo estuvo del 20 de enero de 1936 al 11 de diciembre de 1936), para contraer matrimonio morganático con la plebeya wallis simpson.
Y la del segundo, padre de la reina elizabeth ii, que se vio convertido en rey de la noche a la mañana, y que ha saltado a las pantallas los últimos años gracias a la película:
Y no lo fue, no por herencia sino porque eligió abdicar al trono para poder estar con wallis simpson, una mujer que como meghan markle era plebeya, estadounidense y divorciada, un combo que en.
Según charles higham, en the duchess of windsor:
The secret life, wallis quedó embarazada y se sometió a un aborto que la dejó estéril.
En shanghai tuvo una recaída por las golpizas de su esposo.
Estaba enferma cuando se embarcó a estados unidos y al llegar fue sometida a una cirugía de emergencia por obstrucción intestinal.
No sólo hizo abdicar en 1936 a eduardo viii para casarse c
De esta relación sin futuro wallis solamente sacó un embarazo que la llevó a abortar en tan malas condiciones que dejaron en ellas secuelas que no le permitirían tener hijos nunca más.
De vuelta a los estados unidos se recuperó físicamente y consiguió el divorcio.
El gran amor de wallis simpson no fue eduardo vii i, el rey que acabó abdicando para casarse con aquella ambiciosa americana dos veces divorciada, sino un plebeyo al que persiguió sin éxito.
Por otra parte, wallis tuvo que enfrentarse al mismísimo poder total del rey y su corte, mientras que meghan se casó con un príncipe que se encuentra sexto en la sucesión al trono.
La pareja señaló que su plan es pasar gran parte de su tiempo en norteamérica junto con su hijo archie, que nació en mayo pasado y es el séptimo en la línea sucesoria al trono de reino unido,.
Como parte de la serie mujeres extraordinarias, este documental de la bbc ofrece una mirada íntima sobre la figura de wallis simpson, la estadounidense que cambió el rumbo de la.
Entre ellos que simpson, además de plebeya y estadounidense, demostraba una vida disoluta al estar divorciada, vuelta a casar y, encima, mantener un amor oculto con el rey.
Por lo mismo, el descontento se extendía a los integrantes de la iglesia anglicana de la que eduardo, por ser rey, era su máxima figura.
Su renuncia a los 85 años por motivos de salud tuvo más relevancia aún por ser el primero que hacía tal cosa en japón en 200 años.
Le sucedió su hijo mayor, naruhito, iniciando así la nueva era.
Michael bloch, su biógrafo, el hombre que vivió durante años junto a ella en parís, asegura que wallis “sufría el síndrome de insensibilidad androgénica (sia)”.
Los pacientes con sia nacen.
Wallis no solo tuvo una importante relación con la élite de la moda (además de schiaparelli y dior, paco rabanne y givenchy también le hacían ropa a medida) sino con los círculos de poder.